Cómo una mujer logró que la justicia condenara al violador “muerto” de su hija

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Cómo una mujer logró que la justicia condenara al violador muerto de su hija
Cómo una mujer logró que la justicia condenara al violador muerto de su hija

En una cálida mañana, posiblemente en febrero del año pasado, dos hombres llegaron a un crematorio a orillas del Ganges, el río más sagrado de India. Estaban allí para realizar un rito funerario hindú. Cargaban leña pero, extrañamente, no llevaban ningún cadáver.

La víctima de abusos sexuales tenía tan solo 12 años

Cuando llegaron al lugar de cremación, las cosas tomaron un giro extraño. Los hombres construyeron una pira en el suelo. Después, uno de ellos se echó sobre la pira, se cubrió con un sudario blanco y cerró los ojos. El otro amontonó más leña hasta que sólo la cabeza del primer hombre podía verse entre los palos de madera.

Dos fotografías fueron tomadas durante la representación. No está claro quién tomó las fotos o si hubo una tercera persona presente. El hombre “muerto” aparentemente era Niraj Modi, un maestro de una escuela del gobierno de 39 años. El otro era su padre, Rajaram Modi, un campesino de sesenta y tantos años.

Más tarde, Rajaram Modi viajó a un tribunal a unos 100 km de distancia con un abogado y firmó una declaración jurada de que su hijo Niraj Modi había muerto el 27 de febrero en su casa del pueblo. También proporcionó dos fotografías de la cremación y recibos de la leña comprada para el ritual como evidencia.

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Cargos de violación

Esto ocurrió seis días después de que la policía presentara cargos de violación contra Niraj Modi. Modi fue acusado de violar a una niña de 12 años, que también era su alumna, en octubre de 2018. La niña había sido atacada cuando estaba sola en un campo de caña de azúcar y su atacante le dijo que había filmado el asalto y que publicaría las imágenes en internet.

Modi había sido arrestado poco después de que la madre de la niña presentara una denuncia y estaba en libertad bajo fianza después de pasar dos meses en prisión. Las cosas se movieron rápidamente después de la “muerte” de Niraj Modi el año pasado.

Dos meses después de que su padre informara al tribunal, las autoridades locales emitieron su certificado de defunción. En mayo, el tribunal cerró los procedimientos porque el “único acusado en el caso” había muerto.

Solo una persona sospechaba que el maestro había fingido su muerte y se había escondido para evitar la condena: la madre de la niña, una mujer frágil que vivía en una choza en el mismo pueblo que los Modi. “En el momento en que me enteré de que Niraj Modi estaba muerto, supe que era mentira. Supe que estaba vivo”, dijo la madre.

 

Sospecha y búsqueda

Un día de mayo del año pasado, la madre de la niña se enteró por un abogado que el caso contra Niraj Modi había sido cerrado porque este había muerto. “Pero, ¿cómo es que nadie supo de la muerte del maestro? ¿Por qué no se llevaron a cabo ritos después de la muerte? ¿Por qué no se habló de su muerte?”, se preguntaba.

La madre contó que fue entonces de casa en casa preguntando a la gente si Niraj Modi estaba muerto. Nadie había oído la noticia. Luego acudió a la corte con una petición para investigar el asunto, pero los jueces le pidieron pruebas para demostrar que el maestro estaba vivo.

A mediados de mayo, la madre hizo una petición a un alto funcionario local diciendo que el consejo de la aldea había emitido un certificado de defunción basado en documentos falsificados y que por ende debía investigarse. A partir de ese momento, todo comenzó a acelerarse.

El funcionario ordenó una investigación e informó al consejo del pueblo. Sus miembros comenzaron a pedirle a Rajaram Modi más pruebas de la muerte de su hijo: fotos del “fallecido después de su muerte, de la cremación, de la pira ardiente, los últimos ritos y el testimonio [nuevo] de cinco testigos”.

Los miembros del consejo del pueblo se reunieron con los residentes de unas 250 casas. Nadie parecía haber oído hablar de la muerte de Niraj Modi. Afeitarse la cabeza es una tradición de duelo hindú que generalmente se reserva para la muerte de un pariente cercano. Sin embargo, ninguno de los miembros de la familia Modi lo había hecho.

Los miembros del consejo de la aldea volvieron a interrogar a Rajaram Modi. No había proporcionado nuevas pruebas de la muerte de su hijo. “Cuando le hicimos más preguntas, no dio ninguna respuesta satisfactoria”, señaló Dharmendra Kumar, secretario del consejo.

Las investigaciones concluyeron que Niraj Modi había fingido su muerte y que tanto el padre como el hijo habían falsificado documentos para obtener un certificado de defunción.

La policía descubrió que el maestro de escuela había tomado los números de identidad biométricos de los padres de cinco de sus alumnos y falsificó sus firmas en un papel en busca de su propio certificado de defunción.

Les había dicho a los padres que necesitaba sus números de identidad para las becas que estaba organizando para los estudiantes.

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Arrestos

El 23 de mayo, los funcionarios cancelaron el certificado de defunción de Niraj Modi. La policía arrestó a su padre y lo acusó de falsificación. “Nunca he investigado un caso como este en mi carrera”, dijo Paswan. “La trama sonaba perfecta, pero no lo era”.

En julio, el tribunal reabrió el caso y dijo que había sido “engañado” para que el acusado pudiera “escapar del castigo”. La madre, implacable en su batalla por localizar al maestro, acudió a los tribunales para pedir su arresto.

En octubre, Niraj Modi se entregó a la justicia, nueve meses después de haber sido declarado muerto. Durante el juicio se había defendido, negando las acusaciones de violación. Finalmente salió del tribunal abatido y sujeto por una cuerda.

El mes pasado, el tribunal declaró a Niraj Modi culpable de violar a la niña y lo condenó a 14 años de prisión. Otorgó una compensación de US$3.628 dólares a la víctima. Rajaram Modi también está en la cárcel y enfrenta cargos de engaño y deshonestidad, que conllevan una sentencia máxima de siete años de cárcel.

Tanto el padre como el hijo ahora enfrentan cargos relacionados con el certificado de defunción.

“Durante más de tres años viajé a la corte para asegurarme de que el hombre que agredió a mi hija fuera castigado. Y luego, un día, su abogado me dijo que estaba muerto. ¿Cómo podría un hombre desaparecer en el aire así como así?”, dice la madre.