Jesús Castrujón Pérez (25) escapó de su natal Venezuela desde hace tres años para establecerse en el Perú. Trabajaba como delivery de Globo para sacar adelante a su pequeña hija de 10 años, pero su vida terminó al ser asesinado a balazos en San Juan de Lurigancho.
EXTRANJERO TAMBIÉN TRABAJABA COMO DELIVERY. SU ESPOSA ASEGURA QUE NO SUFRÍA AMENAZAS
Los vecinos de del cruce de la avenida Los Álamos con la calle Los Héroes indicaron que en altas horas de la noche del miércoles escucharon entre ocho y 10 balazos. Al observar por sus ventanas pudieron percatarse de la presencia de una mototaxi color rojo con amarillo junto al extranjero.
De este vehículo menor salieron sus verdugos para acribillarlo sin piedad y luego escapar con la moto lineal del abatido, la cual habría recogido minutos antes. Sin embargo, los pistoleros terminaron abandonándola cerca del Puente Alipio por razones hasta ahora desconocidas.
Minutos después llegaron los efectivos policiales de la comisaría de Sagitario y peritos de criminalística para tomar las pruebas de la escena del crimen y contar unos 14 casquillos de bala cerca del cadáver. Asimismo, Karenis Ávila, esposa del Jesús, acudió para reconocerlo.
También era prestamista, pero no tenía problemas
Según el testimonio de la fémina, Castrujón Pérez era una persona dedicada a su trabajo por su familia. Además de realizar el servicio de delivery, brindaba préstamos de dinero para tener fuentes de ingresos extras. Pese a ello, nunca escuchó que tuviera problemas o que hubiera recibido amenazas.
“Los montos que prestaba era poco y no traía problemas… Pido que encuentren a los responsables. Él era bueno, no tenía malas juntas. Es injusto que muera así… Ahí (Puente Alipio) hay cámaras y quizá logran ver quién dejó la moto ahí”, lamentó Karenis desde el lugar donde mataron al padre de su niña.
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Por otra parte, varios venezolanos motorizados se reunieron en Ventanilla, Callao, para invocar a la paz debido a la guerra declarada entre delincuentes tanto de su país como de Perú. Como muestra de unión, llevaron las banderas de ambas naciones con el objetivo de demostrar una hermandad.