CADA VEZ MÁS JÓVENES LO ELIGEN PARA PODER MANEJAR SUS HORARIOS Y DIVERSIFICAR SUS INGRESOS
En el Perú, la economía gig se ha consolidado como una tendencia creciente entre los jóvenes, quienes encuentran en este modelo una alternativa flexible y dinámica para generar ingresos.
Este fenómeno, que engloba trabajos temporales o por encargo, ha captado principalmente la atención de personas de entre 18 y 30 años, atraídas por la posibilidad de manejar sus propios horarios y diversificar sus fuentes de ingresos.
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Las actividades más comunes en la economía gig peruana incluyen el reparto de comida a domicilio, servicios de transporte a través de aplicaciones; el freelancing en áreas como diseño gráfico, redacción y programación; así como la creación de contenido para plataformas digitales. Estos trabajos ofrecen a los jóvenes la oportunidad de explorar distintas áreas profesionales, sin la necesidad de comprometerse a largo plazo con un solo empleador.
El margen de ingresos en esta economía varía significativamente dependiendo de la actividad y la dedicación del trabajador. Sin embargo, se estima que un joven que se dedica a tiempo completo puede generar entre S/1,200 y S/3,500 mensuales.
Entre las principales ventajas de la economía gig destaca la flexibilidad, que permite a los jóvenes combinar estudios u otras actividades con su vida laboral. Además, les brinda la posibilidad de desarrollar habilidades en múltiples áreas, lo cual es valorado en un mercado laboral cada vez más competitivo. Asimismo, esta modalidad de trabajo facilita el acceso al mercado laboral a aquellos que recién comienzan su carrera profesional o que prefieren un estilo de vida más autónomo.
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Sin embargo, este modelo también presenta desafíos. La falta de estabilidad laboral y de beneficios sociales, como seguro de salud y pensión, son aspectos que preocupan a quienes se dedican a la economía gig. Además, la competencia es intensa, lo que puede traducirse en tarifas más bajas y en una presión constante por destacar en un mercado saturado.