Era la una de la madrugada del sábado cuando un contingente policial entró en la vivienda de un familiar de la expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez. La ahora detenida se encontraba escondida debajo de un somier y es ahí donde las fuerzas policiales procedieron a capturarla e inmediatamente fue llevada a una comisaría. Ahora permanece en dependencias policiales, junto a dos de sus exministros, esperando un proceso que los detenidos han calificado de irregular.
BOLIVIA DETUVO A LA EXPRESIDENTA INTERINA JEANINE ÁÑEZ POR «SEDICIÓN Y TERRORISMO»
A través de sus redes sociales la expresidenta interina boliviana denunció «abuso y persecusión política». Detalló que es acusada de haber participado en un presunto golpe de Estado que derivó en la renuncia del entonces presidente de Bolivia, Evo Morales. El Ministerio Público boliviano investiga a Añez por delitos de terrorismo, sedición y conspiración. La denuncia fue realizada por la exdiputada Lidia Paty, afín al partido de gobierno del que Evo Morales es el principal dirigente.
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La expresidenta ha pedido a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Unión Europea (UE) el envío de misiones oficiales para verificar la «persecución política» a la que considera que se le está sometiendo. Áñez, que se encuentra recluida en la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la Policía boliviana, ha apelado directamente en una carta al secretario general de la OEA, Luis Almagro, y al embajador de la delegación de la Unión Europea en Bolivia, Michael Dóczy. Áñez denuncia así las acciones «perpetradas por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo» y por ello pide en el marco de lo que establece la Carta Democrática Interamericana, «se envíe una Misión Oficial de Observación a objeto de que evalúe de manera objetiva e imparcial, la ilegal detención de la cual hemos sido víctimas mi persona y mis dos exministros, el viernes y la madrugada de este sábado».