No hay primera sin segunda. El delantero peruano Sebastián La Torre (21) organizó una parrilla en el edificio donde vive, en la cuadra uno de la calle Carbajal, en Miraflores. Los vecinos, cansados de la bulla, llamaron a la policía e intervinieron al futbolista por segunda vez en menos de un mes.
Según los residentes, el deportista estaba junto a 10 acompañantes como si no existiera estado de emergencia por la pandemia del COVID-19. A los pocos minutos llegaron los agentes y el serenazgo del distrito para ponerle fin a la prohibida reunión social.
El exseleccionado sub-20 se mostró agresivo con las personas que capturaban en sus celulares la bochornosa escena de reiterativa irresponsabilidad. Finalmente fue trasladado con sus amigos a la comisaría para ser multados por no respetar las medidas dictadas por el Gobierno.
Como si fuera la primera vez
Sebastián estuvo en el ojo de la tormenta el pasado cinco de septiembre, cuando realizó otra reunión. La policía lo detuvo y, al día siguiente, la Universidad César Vallejo rescindió su contrato.
Solo dos días después lo acogió el Sport Chavelines Juniors de La Libertad, club que jugará la segunda división. Hasta el momento, la directiva no se pronunció sobre el caso del delantero juvenil.
Cabe resaltar que el mismo equipo fichó a Adrián Zela el pasado nueve de septiembre luego de que lo echaran del Sport Boys por otro caso de indisciplina.