SHINNOSUKE KATAOKA, HIJO DE SU ÚLTIMA ESPOSA, SATOMI, ERA SU CONFIDENTE EN EL FINAL DE SUS DÍAS
- Joven visitó el país y conoció Machu Pichu. Si bien no compartían un vínculo sanguíneo, le unía con el desaparecido gobernante un aprecio y cariño relevante.
Tras el fallecimiento del expresidente Alberto Fujimori, comenzaron a salir a luz algunos aspectos poco conocidos del líder del fujimorismo.
De acuerdo al dominical Punto Final, el desaparecido político tuvo en la última recta de su existencia, una comunicación cercana con Shinnosuke Kataoka, hijo de su última esposa, la empresaria nipona Satomi Kataoka.
El programa periodístico recogió declaraciones del otro ‘hijo’ del exmandatario que, si bien no compartían un vínculo sanguíneo (Shinnosuke es hijo del primer compromiso de Satomi), le unía con el desaparecido gobernante un aprecio y cariño relevante.
Tanto era la confianza entre ambos que e mismo expresidente le confesaba las dolencias físicas y emocionales propios de su complicado estado de salud; así como su dificultad para conciliar el sueño.
En las conversaciones entre ambos, Fujimori le confesó incluso “que apenas podía dormir a causa del dolor” que lo aquejaba en el último periodo de su vida
El dominical también presentó imágenes inéditas de Shinnosuke en los exteriores del Congreso peruano, además de una visita a Machu Picchu. Entre las fotografías, destaca una en la que aparece sonriente junto al padre biológico de Keiko, Hiro, Sachi y Kenji.
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La última carta
Recordemos que la empresaria Satomi envió una carta al referido medio lamentando la muerte de su exesposo y contando algunos detalles de su relación con el dos veces presidente del Perú.
“Después de las elecciones presidenciales tenía la intención de visitarlo muchas veces, pero estaba luchando contra la enfermedad. Gracias a Dios pude recuperarme por completo, pero debido a los efectos secundarios, no pude hacer el viaje”, señaló.
Kataoka, a quien Fujimori conoció durante su exilio voluntario en Japón, se declaró devastada por el deceso. “Siempre tuvo su corazón con el pueblo de Perú. Esta noticia repentina aún no ha sido asimilada, y los recuerdos de mi tiempo con él vuelven a inundarme como una linterna giratoria. Era un hombre amable, sincero y honesto”, anotó.