La estrategia del BRICS para involucrar a países emergentes

0
364
La estrategia del BRICS para involucrar a países emergentes
La estrategia del BRICS para involucrar a países emergentes

Brasil, que asumió la presidencia del BRICS en 2025, ha señalado que sus prioridades incluirán la inclusión de países en desarrollo, la cooperación tecnológica y la inversión en sostenibilidad.

El 1 de enero de 2025, Bolivia y Cuba se unieron al BRICS como «Estados socios,» ampliando la representación de América Latina en este bloque económico clave. Esta integración, aprobada en la cumbre de Kazán en 2024, refuerza el BRICS, que ahora representa más del 40% de la riqueza global y más del 51% de la población mundial. Esta expansión impulsa la cooperación Sur-Sur y desafía la hegemonía económica occidental. El BRICS, ahora más diverso, se posiciona como un contrapeso a las potencias occidentales en la arena global.

Con esta incorporación, el BRICS amplía su alcance demográfico y económico, lo cual representa, actualmente, el 40,4% de la riqueza mundial en términos de paridad de poder adquisitivo y más del 51% de la población global. Bolivia y Cuba participan junto con otras naciones emergentes, hecho que fortalece un proyecto que desafía la hegemonía económica de los países occidentales.

Te puede interesar: 

Milei recibirá en la Casa Rosada a Edmundo González

Categoría de ‘Estados socios’ para Bolivia y Cuba

La creación de la categoría de ‘Estados socios’ es una estrategia del BRICS para involucrar a países emergentes en su estructura sin alterar su núcleo original. Bolivia y Cuba, junto con otras siete naciones como Indonesia y Kazajistán, podrán participar en sesiones especiales de las cumbres del grupo y en reuniones de ministros de Asuntos Exteriores. Además, tendrán voz en la redacción de los comunicados y declaraciones finales de los encuentros.

Esta decisión busca fortalecer la cooperación Sur-Sur, una de las prioridades del bloque. En el caso de Bolivia y Cuba, su integración al BRICS podría abrirles nuevas oportunidades de acceso a financiamiento, tecnología y cooperación internacional en áreas como la lucha contra el hambre, la pobreza y el cambio climático.