Mario Vargas Llosa odiaba el ambiente de Isabel Presyler

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Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa

“Celos infundados” Esta habría sido la causa según ¡Hola! de la ruptura entre Preysler y Vargas Llosa, revista que habla por boca del entorno directo de la propia socialité, a la que tiene prácticamente en nómina. Sin embargo, días después de ese notición, el Nobel se ha pronunciado. “Esos motivos no son ciertos”, afirmó ayer de vuelta de París, donde huyó a pasar la Nochevieja con su hijo Álvaro, quien tuiteó un vídeo de su padre releyendo una edición antigua de Madame Bovary, claro dardo envenenado para la reina de corazones.

EL PREMIO NOBEL ESTÁ FELIZ DE DEJAR LOS REFLECTORES Y REGRESAR A SU AMBIENTE INTELECTUAL

Fuentes a las que hemos tenido acceso confirman que el escritor “está feliz”. “Está preparando ilusionado una nueva novela sobre música criolla y su discurso de ingreso en la Academia Francesa“. Llevaba tiempo deseando recuperar a su familia (hay quien incluso especula con que volvería con Patricia Llosa) y su círculo profesional. Las compañías que frecuentaba con Preysler no le llenaban, tampoco las fiestas a las que acudía con ella, por mucho que también cobrara su parte de las exclusivas.

Vargas Llosa se marchó a vivir a su departamento del centro de Madrid en noviembre, cuando ambos dieron por terminada la relación, dicen que a través de una carta escrita por Preysler: pero no es cierto que él se retirara allí a escribir, en la casa de ella en Puerta de Hierro había espacio de sobra.

Él ya tiene consigo los ejemplares de su propiedad que ocuparon la antigua biblioteca de Boyer y respira tranquilo porque cada vez está más cerca el día de que no le hagan preguntas acerca de Tamara e Iñigo Onieva. Con respecto a su estado de salud, está bien, con bastón pero la mente clara y dispuesto a recuperar su sitio en la élite intelectual que siempre le ha gustado alternar. A partir de ahora, más Ateneo y menos MasterChef, más universidad. Aunque el karma le venga de vuelta, él regresa a su sitio. Quizás si se hubieran casado la situación fuera distinta.

 

Patricia Llosa la esposa que dejó por Isabel Presyler

Se enteró a través de la prensa del fin de su matrimonio con el escritor Mario Vargas Llosa. Creyendo que eran solo rumores de los medios, se apresuró a lanzar un comunicado en el que desmentía la relación de su marido con Isabel Preysler, una socialité filipina que ya tenía tres matrimonios: “Hace apenas una semana estuvimos en Nueva York celebrando nuestros 50 años de casados. Rogamos que respeten nuestra privacidad”. Solo pocas horas después, la nueva pareja de enamorados le confirmaba al mundo, a través de la revista ¡Hola!, la noticia de su relación.

“Yo temía que esto tendría unas consecuencias nefastas para mi madre”, asegura el hijo menor de los Llosa —Gonzalo—, el único miembro de la familia que desaprobó públicamente la relación del escritor con la llamada Reina de corazones.

Tras el doloroso divorcio, Patricia Llosa transformó el antiguo despacho biblioteca del escritor en una sala dedicada a su gran pasión: el cine. En esa habitación, desde donde el autor divisaba la Lima “bella y horrible” de la que tantas veces escribió, su ex instaló una pantalla gigante para ver películas con sus amigos.

Inquieta por los temas culturales, junto a un grupo de amigas creó el capítulo peruano del National Museum of Women in the Arts, institución con sede principal en Washington dedicada al reconocimiento de la labor artística de las mujeres.

 

Su reacción ante la separación del escritor

De acuerdo con la prensa española, la ex del escritor estaba enterada de la ruptura con Preysler desde hace dos semanas. “Ella está feliz en República Dominicana, tomando el sol. Asegurando que no va a decir absolutamente nada, aunque sabe bien todo lo que ha pasado, ya que Mario Vargas Llosa se lo comunica a sus hijos hace dos fines de semana y todo en tono jovial”, según la periodista española María Patiño.