Qué hay detrás de los nuevos bombardeos con misiles rusos contra Kyiv

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Qué hay detrás de los nuevos bombardeos con misiles rusos contra Kyiv
Qué hay detrás de los nuevos bombardeos con misiles rusos contra Kyiv

Para los habitantes de Kyiv ha sido como regresar de forma repentina a un pasado aterrador. El pasado lunes, la capital de Ucrania sufrió los primeros ataques con misiles rusos después de meses de aparente normalidad.

LOS COHETES IMPACTARON EN EL CENTRO DE KYIV CUANDO LA GENTE SE DIRIGÍA AL TRABAJO

Los cohetes impactaron en el centro de Kyiv durante la hora punta cuando la gente se dirigía al trabajo. Uno golpeó no solo el parque Shevchenko, sino su área de juegos. La sensación de ansiedad está de vuelta en Kyiv. La gente ya no ignora las sirenas de ataque aéreo, sino que va a los sótanos, como hacían en febrero y marzo al inicio de la invasión rusa.

También se reportaron ataques en la céntrica calle Volodymyrska, donde en épocas normales hay puestos de venta de souvernirs y artesanías, así como en el parque Taras Shevchenko, frente al cual se encuentra un edificio universitario, en el que hay varios cafés y un parque de juegos.

De acuerdo con los servicios de emergencia de Ucrania, la ofensiva causó más de una treintena de incendios en Kyiv. En total, más de una decena de ciudades ucranianas fueron golpeadas durante el bombardeo que afectó infraestructura crítica de 12 regiones distintas y llevó a interrupciones en el servicio eléctrico en 15 regiones del país, incluyendo Lviv, Kyiv y Zaporiyia. La arremetida dejó al menos 14 muertos y 97 heridos.

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Una retaliación

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo que la amplia ofensiva era una retaliación por una explosión ocurrida en el puente que une Crimea (una península ucraniana que Mosú se anexó unilateralmente en 2014) con el territorio ruso.

El mandatario culpó al gobierno de Ucrania por lo que calificó como un “ataque terrorista” contra esa infraestructura, que es considerada una ruta clave para que Moscú pueda mantener abastecidas y apertrechadas a las tropas que tiene combatiendo en Ucrania.

Evgeny Popov, diputado del oficialista partido Rusia Unida, rechazó las informaciones de que Moscú esté atacando infraestructura civil en Ucrania. “Nuestros militares no están atacando, no están bombardeando ciudades ni infraestructura civil. Todos nuestros misiles están apuntados hacia infraestructura energética, centros de comunicación y cuarteles militares”, dijo Popov.

Pese a ello, un análisis publicado por The New York Times considera poco probable que la ofensiva tenga algún impacto en la capacidad militar de Ucrania dado que los ataques parecían apuntar mayormente hacia barrios residenciales e infraestructura civil.

Si bien el Ministerio de Defensa de Rusia y el presidente Vladimir V. Putin describieron los ataques como golpes con misiles de alta precisión destinados a paralizar la capacidad de Ucrania para luchar en la guerra, fue difícil ver cómo algunos de los objetivos encajan en esa descripción“, escribió el diario estadounidense.

Popov, por su parte, asegura que los daños sufridos por infraestructuras civiles -incluyendo el parque infantil en Kyiv-, habían sido causados por los sistemas antimisiles de Ucrania. ¿Pero qué hay detrás de esta renovada ofensiva de Putin?

 

Entre el castigo y el efecto intimidatorio

 A la hora de explicar esta arremetida rusa, los expertos apuntan a una variedad de factores que van desde la necesidad de Moscú de castigar a Ucrania por los daños causados al puente de Crimea hasta la búsqueda de lograr un efecto intimidatorio sobre los aliados occidentales de Kyiv.

También hablan de la adopción de una nueva estrategia militar más brutal para revertir los avances logrados por las fuerzas ucranianas en las últimas semanas. Estos ataques en todo el país son una escalada estratégica, cuyo objetivo principal es castigar a Ucrania por lo que Putin llama ‘un ataque terrorista’ [sobre el puente de Crimea].

Ese puente tiene una importancia clave que va más allá de su utilidad como vía de aprovisionamiento de las tropas rusas en Crimea. “El ataque sobre ese puente fue un golpe para el presidente Putin, pues ese puente es en gran medida un símbolo de su anexión de la península de Crimea“, señaló Steve Rosenberg, editor de Rusia de la BBC.

Shashank Joshi, editor de Defensa de The Economist, considera que esta arremetida probablemente busca lesionar la moral de la población ucraniana y, al mismo tiempo, ejercer presión sobre los recursos de los que disponen los militares de ese país.

Joshi señaló que al dañar infraestructura crítica, Moscú envía un mensaje sobre sus planes de mantener de rodillas la economía ucraniana, independientemente de los triunfos que Ucrania esté cosechando en el campo de batalla.

“Sospecho que también un objetivo secundario es [obligar a] redirigir los recursos militares de Ucrania hacia el frente interno. Si miras a las interrupciones [en los servicios] de transporte, infraestructura, energía, esto va a hacer un poco más difícil la guerra”, apuntó.

La escalada ordenada por Putin también está siendo interpretada como una respuesta a los avances que han logrado las fuerzas ucranianas en las últimas semanas, las cuales están mejor equipadas y más motivadas que las rusas, pero también -como destaca Frank Gardner- “son muy dependientes de las armas de los aliados y Putin quiere asustar a Occidente para que detenga esos envíos”.

Sir Richard Barrons, general retirado del Ejército británico, afirma que ataques como los que se produjeron este lunes “tienen un efecto mucho más psicológico que práctico”. El experto indicó que Putin intenta dejar claro a sus seguidores y oponentes en Rusia que él todavía puede ganar esta guerra.

Los señalamientos de Barrons coinciden con los de otros analistas que ven como una de las motivaciones de la escalada la necesidad de Putin de calmar las críticas al interior de Rusia procedentes de quienes creen que Moscú está tardando demasiado (e incluso retrocediendo) en la persecución de sus objetivos.

“Las personas de línea dura en Moscú ha estado clamando por un enfoque más duro para lograr su objetivo de subyugar a Ucrania”, apunta Gardner.