Un mal padre estuvo dispuesto a todo con el objetivo de acabar con la vida de sus menores hijos de seis, ocho y 10 años. Para ello les dio gaseosa mezcladas con una sobredosis de pastillas en su vivienda de San Juan de Lurigancho. Afortunadamente, los doctores pudieron salvarles la vida.
HOMBRE QUE ACTÚO EN VENGANZA CONTRA SU EXPAREJA, SE DEFENDIÓ DICIENDO QUE ESTABA BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL
El hombre de 27 años, por quien pesan tres denuncias por violencia familiar en la comisaría de Santa Elizabeth, se había separado sentimentalmente de su esposa desde hace ocho meses. En sus malévolos planes estaba acudir a la vivienda de la fémina para llevarse a sus pequeños y así lo hizo.
“Le indica que sería la primera y última vez que se llevaría a sus hijos y que pasaría cosas peores”, reveló el coronel Gilberto Castañeda, jefe de la División Policial Este 1, sobre las declaraciones del sujeto. Luego, compró las bebidas para que las ingieran con las peligrosas sustancias.
Inmediatamente la madre acude a ver a los menores y los encuentra inconscientes. Ella fue auxiliada por los vecinos de la zona para llevarlos al hospital del distrito para que puedan estabilizarlos, pues cada segundo que corría era de vida o muerte.
Los uniformados dieron con la captura del mal padre, quien intentó justificar su repudiable acción indicando que estaba ebrio cuando les dio de beber las pastillas con gaseosa. Él será investigado por el presunto delito contra la vida, el cuerpo y la salud en modalidad de parricidio en grado de tentativa