Las protestas en contra del golpe de Estado en Birmania durante el sábado dejaron más de 114 muertos, entre ellos un niño de solo cinco años y otros tres menores de edad. El país surasiático se bañó en sangre debido a la represión de los agentes de seguridad, quienes no discernieron para atacar con armas.
Miles de ciudadanos en Birmania realizan protestas en contra del régimen militar golpista
Min AungHlaing, comandante y jefe de la junta militar golpista, realizaron el desfile anual por el Día de las Fuerzas Armadas en plena pandemia y en esos momentos desataron la violencia. Solo un día antes, durante la noche, una caravana nocturna con velas y pancartas recorrió la ciudad de Dawei.
Su objetivo era incentivar a que liberen a los presos políticos, entre la líder Aung San SuuKyi, y cesar el represivo liderazgo de los militares. Los que tomaron el poderlo hicierona partir del uno de febrero de 2021 y desde la fecha vienen usando la fuerza contra todos los que no están de su parte.
Pese a que el Ejército advertía que actuaría con dureza ante cualquier manifestación, eso no les importó a miles de personas, en su mayoría jóvenes. Ellos se levantaron e hicieron que su voz se escuche en una movilización pacífica en varias localidades tomadas abruptamente y con desconcierto.
Balazos y gases lacrimógenos
Sin embargo, la población fue callada a punto de gases lacrimógenos, balazos y golpes por parte de los uniformados. No les importó que varios inocentes, como los pequeños, hayan formado parte del lamentable saldo de fallecidos, solo atinaron a usar sus armas sin importarles quién salía agraviado.
“Nos están matando como si fuésemos pájaros, incluso en nuestras propias casas”, reveló el birmano Thu Ya Zawque reside en la ciudad central de Myingyan, donde al menos dos manifestantes fueron asesinados. En sus declaraciones,reiteró que seguirán protestando “a pesar de todo” lo que pase.
La advertencia de los militares en la televisión estatal era de que dispararían “en la cabeza y en la espalda” a todos los opositores que marchen y así lo hicieron. Desde hace dos meses, cuando empezaron los tumultos, han asesinado a unos 420 civiles, cifra que aumenta con cada movimiento.
Día de las Fuerzas Armadas
Decenas de tropas desfilaron en la capital Naipyidó para celebrar el Día de las Fuerzas Armadas. Los participantes tenían banderas e imágenes del régimen militar golpista del general Min AungHlaing, quién indicó que rechazan actos de “terrorismo que pueden ser perjudiciales para la seguridad del Estado”.
Asegura que hubo un fraude electoral en las elecciones de noviembre de 2020, las cuales ganó SuuKyi. Es por ello que decidieron tomar el poder utilizando la violencia. “El Ejército pretende unir sus fuerzas a las de toda la nación para salvaguardar la democracia”, expresó en un discurso televisivo a nivel nacional.
“En las relaciones internacionales, el Tatmadaw busca la estabilidad regional con las fuerzas de defensa de las naciones amigas, incluidos los ejércitos de la ASEAN, y se esfuerza por mejorar la cooperación, el programa de intercambio a través de ejercicios y el entendimiento mutuo”, detallóAungHlaing.
El Ejército contra la democracia
Duras palabras tuvo el doctor Sasa, portavoz del grupo de legisladores disidentes (CommitteeRepresentingPyidaungsuHluttaw) desde la clandestinidad contra los uniformados.“Hoy (sábado) es un día de vergüenza para las fuerzas armadas”, arremetió sobre la conmemoración militar.
Considera que ellos son el enemigo de la democracia y se atrevió a decir que “el Día de las Fuerzas Armadas de Myanmar es más bien el día en que matan a la gente”, dejando en claro su total rechazo. En ese sentido, cree que los grupos étnicos no se quedarán con los brazos cruzados, pues los enfrentarían.
Las potencias occidentales están mirando con terror todo lo que viene sucediendo en Birmanira. Ante la situación, impusieron sanciones a líderes golpistas que intenten hacer lo mismo, pues no están dispuestos a registrar fallecidos ni heridos.
