El Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) se encuentra en el ojo de la tormenta luego de conocerse el caso de un presunto espionaje informático hecho por un joven de 23 años, en las oficinas de la entidad estatal. En esa línea, la Fiscalía Anticorrupción llegó a la sede del organismo para realizar las diligencias correspondientes.
TRAS DENUNCIA DE PRESUNTO ESPIONAJE INFORMÁTICO DEL OSCE PARA ACCEDER A INFORMACIÓN RESERVADA SOBRE CONCURSOS PÚBLICOS
Según se pudo conocer, las autoridades exigieron la entrega de la información de contratación ganada a través del servicio denominado Tarot (Grupo Tarot), que lograron beneficios con empresas chinas. La fiscalía acudió a dos oficinas: una en la parte delantera de la sede central y otra en la parte trasera que es conocida como la sede del regidor. Las diligencias se realizan en el cuarto piso.
De acuerdo con el área de prensa de OSCE en ambos edificios hay centros de datos. Los representantes de la fiscalía estuvieron en la sede de OSCE desde las 10 de la mañana. La diligencia estuvo a cargo del fiscal Renzo Huamán, de la Segunda Fiscalía Anticorrupción. Este estuvo acompañado por agentes de la Policía de la Dirección contra la Corrupción (Dircocor).
Mediante sus redes sociales oficiales, el OSCE señaló que han brindado todas las facilidades para que la Fiscalía Anticorrupción realice las investigaciones correspondientes de manera inmediata. Recordemos que tras la denuncia periodística del programa ‘Punto Final’, la entidad manifestó firme compromiso en la lucha contra la corrupción reiterando su rechazo a todo acto contrario a la ley.
Vulneración del sistema del SEACE
Un joven de 23 años y sus cómplices vulneraron el sistema de seguridad de la plataforma SEACE del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) para vender información a decenas de empresas que ganaron millonarias licitaciones a sus competidores.
De acuerdo con el informe, un hombre, identificado como Mario, acudió el 4 de abril de este año a la Procuraduría Anticorrupción para revelar que gracias a un contacto privado y a uno en el propio OSCE conseguía acceder como usuario interno a la administración del SEACE y obtener de ahí las propuestas de postores ante del cierre de un concurso público.
La información extraída por el servicio denomiado Tarot era enviada a representantes de constructoras, quienes en base a los datos ajustaban sus ofertas económicas para aparecer con el precio más bajo y ganar los concursos públicos.
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Mario, quien podía cobrar hasta 30 000 dólares por consulta, no solo relató al procurador anticorrupción Javier Pacheco la lista de empresas beneficiarias de su servicio desde hace dos años, los nombres de operadores de Tarot y un conjunto de imágenes y chats de las comunicaciones donde se compartía la información de propuestas de postores.
