DIARIO EL PAÍS REVELA QUE, AL RECIBIR EL DIAGNÓSTICO, BUSCÓ Y CONSIGUIÓ LA RECONCILIACIÓN CON SUS HIJOS
Amigo íntimo del Nobel afirma que padecía de leucemia y, en su caso, sólo podía recibir un tratamiento para retrasar el desenlace.
Escrupulosos informes de la prensa escrita española revelan detalles sobre los últimos momentos de Mario Vargas Llosa, e incluso sobre la enfermedad que habría causado la muerte del Premio Nobel de Literatura 2010.
El diario ibérico El País afirma que Vargas Llosa sabía desde hace casi cinco años que iba a morir. Los médicos se lo comunicaron en el verano de 2020. Su entorno más cercano supo que, al recibir la noticia, el escritor escribió una carta a sus tres hijos —Álvaro, Morgana y Gonzalo— en la que les reveló el diagnóstico. Se trataba de una enfermedad grave e incurable en su caso, que solo podía ser tratada para retrasar el desenlace.
La enfermedad del padre propició que sus hijos dejaran de lado las desavenencias surgidas tras su decisión de concluir su matrimonio de 50 años con Patricia Llosa —madre de los tres— para iniciar una relación con la socialité Isabel Preysler. En la carta, el escritor también les expresó su deseo de que la enfermedad no se hiciera pública, salvo para su círculo más íntimo.
En una conversación con el diario español El Independiente, el escritor y periodista Juan Jesús Armas Marcelo reveló que el Nobel padecía leucemia, y que el tratamiento que recibía tuvo serias dificultades para funcionar luego de que atravesara por dos contagios de COVID-19. Por ello, su amigo no descarta que esa haya sido la causa directa de su muerte.
El laureado escritor llevaba varios días sedado, y aparentemente la familia esperaba que el deceso ocurriera el sábado. Sin embargo, también aguardaban la llegada desde Damasco de su hijo Gonzalo, destacado en Siria como representante de ACNUR. Él aterrizó en Lima el domingo por la mañana, y su padre falleció finalmente en la tarde.
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Ya no habría escrito sus últimos textos
Durante los años en que convivió con la leucemia, su capacidad mental también se fue deteriorando. En una de sus últimas entrevistas, Vargas Llosa admitió que su memoria estaba siendo afectada, aunque decidió continuar con sus actividades intelectuales hasta fines de 2023. En ese momento anunció que Le dedico mi silencio sería su última novela, y que su columna de opinión Piedra de Toque también llegaría a su fin.
J.J. Armas Marcelo, amigo del escritor por más de 50 años y quien dirigió la Cátedra Mario Vargas Llosa desde su fundación en 2010 hasta 2020, expresó su sospecha de que los últimos artículos publicados en El País ya no fueron escritos por el propio autor. Lo mismo opina del ensayo La mirada quieta (de Pérez Galdós), publicado en 2022: “No tenían la profundidad ni el estilo; eran superficiales, primarios”.
Amigo íntimo señala que habría sido convencido por miembros de su fundación
¿MVLL apoyó a Keiko alejado de sus facultades?

Armas Marcelo califica como “una solemne estupidez” que la Fundación Internacional para la Libertad, fundada por Vargas Llosa, esté ahora en manos de su hijo Álvaro y de Gerardo Bongiovanni, ya que —según afirma— hoy en día solo los mueve “el poder y el dinero”.
El también periodista sostiene que la fundación seguía originalmente la línea ideológica de Vargas Llosa, pero que con el deterioro de sus facultades y la incorporación de “ultraderechistas de América”, el escritor dejó de tener control sobre ella.
“Lo hicieron hablar durante las elecciones peruanas nada menos que con Keiko Fujimori, lo cual fue una traición a todo lo que Mario había representado en el Perú y a lo que había sostenido durante 40 años. Pero de eso ya no se le podía culpar. En algún momento de lucidez se daba cuenta, pero se callaba la boca”, declaró.