Al menos un 10% de las personas que se contagiaron del virus tendrán síntomas persistentes y experto recalcó la importancia del seguimiento médico.
En la mayoría de casos, el contagio de la COVID-19 transita en la persona y esta se recupera completamente. Pero en otros pacientes, se desarrolla complicaciones que hasta les produce la muerte. Entre los recuperados, algunos quedan con secuelas y necesitan un seguimiento médico.
Luego de superar la etapa aguda de la infección por el coronavirus, hay personas que presentan secuelas como cansancio, sensación de falta de aire y dolor en el pecho al respirar. Además, se puede presentar problemas de memoria, dificultad de concentración, angustia y depresión.
Para ello, el medio Infobae conversó con el doctor Pablo Corral, miembro del grupo científico Estudios Clínicos Latinoamericanos (ECLA).
Declaró que no hay una recomendación estandarizada para pacientes que ya superaron la infección por el COVID-19. Lo que sí se sabe es que se trata de una enfermedad que puede afectar múltiples órganos y sistemas del cuerpo humano. Cada paciente es distinto.
“No es lo mismo evaluar a una persona que tiene un diagnóstico por contacto estrecho o cursó una infección leve, que evaluar a un paciente que salió de una internación porque tuvo una neumonía grave por COVID-19 o requirió oxígeno” advirtió el doctor.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que 1 de cada 10 personas afectadas siguen presentando síntomas hasta 3 meses después de ser diagnosticados. Informó que existen más de 200 síntomas que podrían presentarse en personas diagnosticadas que pueden perjudicar la calidad de vida de los pacientes.
Se reveló que los pacientes que no necesitaron ser internados por la fase aguda del contagio, pueden tener algunos síntomas durante los meses posteriores a la alta médica. Los más frecuentes son la dificultad respiratoria, la alteración del olfato y la fatiga según un estudio realizado en Alemania.
El doctor Corral declaró que se deberá realizar un examen clínico completo al paciente, interrogarlo sobre los síntomas que padeció y aquellos que persisten en la actualidad.
Lo primero que se debe hacer es diferenciar el alta epidemiológica de la alta clínica. La alta epidemiológica se da luego de presentar el primer síntoma. La alta clínica que se da luego de superar la infección.
Es importante hacer un seguimiento médico porque hay casos donde los síntomas persisten luego de meses e incluso al año de haber padecido la enfermedad, añadió.
“Debemos tener en cuenta que esta es una enfermedad que tiene menos de dos años de existencia y estamos aprendiendo día a día sobre las secuelas“, concluyó.
