Con unos 1 500 agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) se procedió a desalojar los más de ocho mil invasores que tomaron el Morro Solar de Chorrillos. En horas de la mañana, los uniformados tuvieron que hacer uso de sus bombas lacrimógenas para dispersar a los presentes.
Solo algunos de los presentes se negaron a retirarse tirando piedras a los efectivos, pero no lograron quedarse porque todos tuvieron que irse del lugar
Las familias que habían instalado precarias viviendas con plásticos azules, palos y petates no dieron su brazo a torcer. Ellos estaban convencidos que tendían que darles unos lotes debido a que no cuentan con recursos económicos para pagar un alquiler mensual de una vivienda.
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Algunos faltosos lanzaron piedras a los oficiales para que no los saquen de las tierras que tomaron desde el pasado cuatro de abril. Por su parte, los uniformados no tuvieron otra opción que liberar los gases como forma de protección y también para esparcir a los agresores.
En la otra cara de la monera, y en una gran mayoría, se encontraban los ocupantes pacíficos, quienes optaron por abandonar sus supuestos lotes sin generar ningún tipo de disturbio. Acto seguido, el personal interviniente formó un cerco humano para evitar el reingreso de cualquiera.
“Gracias a la articulación del Ministerio del Interior, la PNP, personal de Serenazgo y obras de la Municipalidad de Chorrillos se pudo realizar una intervención exitosa”, comentó Augusto Miyashiro, alcalde de Chorrillos.
