Terror en el distrito de Ate Vitarte. Dos obreros murieron tras caer a un pozo de agua de unos 35 metros de profundidad ubicado a la altura del kilómetro 12.8 de la Carretera Central. Pese a que el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios hicieron todo por rescatarlos con vida, los encontraron cadáveres.
LOS FALLECIDOS NO CONTABAN CON IMPLEMENTOS DE SEGURIDAD Y EL TERRENO DONDE LABORABAN NO TENÍA AUTORIZACIÓN PARA NINGUNA ACTIVIDAD
Luis Artidoro Sauñe Yupanqui (64) y Luis Miguel Cárdenas Tarazona (35) llevaban trabajando solo dos días en el lugar realizando labores de limpieza. Aproximadamente a las 10:30 de la mañana del martes acudieron nuevamente a realizar sus labores hasta que reinó la tragedia.
Ambos no contarían con los implementos de seguridad necesarios y cayeron directamente a una muerte segura. El impacto y los gases tóxicos acabaron arrebatándoles la vida. Los hombres de rojo pudieron rescatar los inertes cuerpos mientras los familiares de los fallecidos lloraban de impotencia.
La Municipalidad del distrito indicó que en el lugar no contaba con funcionamiento ni autorización para realizar trabajos de ningún rubro. Por ello, se procedió con la clausura del terreno pese a que nadie salió a responder por la tragedia.
“Mi hijo ha estado dos días trabajando con el señor Arturo haciendo este pozo o limpiándolo. No he visto si tenía los implementos. Como contratista, el señor Arturo debe saber”, reveló la madre de uno de los occisos.
Antes de las cinco de la tarde los cuerpos fueron trasladados a la morgue. Trascendió que Cárdenas deja en la orfandad a un niño de nueve años. Por su parte, Sauñe era padre y madre para una menor de edad.
