Los efectos positivos de la actividad física sobre la salud son conocidos desde hace ya varias décadas. Los cardiólogos sugieren hacer al menos 30 minutos de deporte al día para reducir los riesgos de enfermedades cardiovasculares en el largo plazo y mejorar la calidad de vida.
Además, practicar deporte ayuda a liberar el estrés de la vida cotidiana de la actualidad, lo que contribuye a fortalecer también la salud mental. Esto aplica a personas de todas las edades y condiciones físicas, puesto que los beneficios se perciben incluso si la intensidad del ejercicio no es tan alta.
Por este motivo, es probable que estés preguntándote qué debes hacer para empezar a tener una vida más deportiva. Las opciones son muchas y dependen fundamentalmente de tus gustos; cualquier actividad al aire libre que elijas seguramente tendrá un impacto beneficioso para tu salud y bienestar.
Pero más allá de tus preferencias personales, es evidente que iniciar una nueva actividad implica ciertos costos. El material que necesitas podría tener un precio alto, algo que, en los tiempos de crisis económica que se viven, no es posible pasar por alto.
¿Cuánto cuesta empezar a hacer deporte?
Hacer actividad física no tiene por qué necesariamente ser una empresa costosa. Si te entrenas en casa siguiendo una rutina de cuerpo libre que encuentras en internet, por ejemplo, no necesitarás más que un poco de espacio para ejercitarte. Lo mismo pasa si te inicias en la práctica del yoga; sólo te hará falta comprar una colchoneta de calidad para proteger tus articulaciones del impacto con el suelo.
Sin embargo, cuando optas por practicar más seriamente un deporte las necesidades cambian radicalmente. Crear tu propio gimnasio hogareño implica tener que adquirir barras y mancuernas con una gran variedad de pesos, además de un banco adecuado para trabajar determinados músculos. Lo mismo sucede si tu práctica de yoga alcanza un nivel en el que te sea indispensable participar en clases o workshops especializados.
Por otro lado, las actividades al aire libre, como la pesca y el senderismo, tienen ya de por sí un costo de entrada muy alto. Un paseo por la montaña demanda que compres calzado cómodo y seguro, ropa térmica y de secado rápido, junto con una mochila liviana y otros accesorios. Para pescar, en cambio, tendrás que invertir en una caña ligera de alta calidad, anzuelos, carnada e indumentaria apropiada para soportar las inclemencias del tiempo.
Es claro que mientras mayor sea el nivel de complejidad y seriedad con el que quieras practicar un deporte, más alto será el presupuesto que necesitarán para ello. Invertir en tu salud física y mental es siempre una buena idea, pero tus ahorros podrían no bastar para comenzar a hacerlo de un modo apropiado. Si este es tu caso y no tienes alternativas, una solución posible es que consideres solicitar un préstamo personal para cubrir esos gastos.
Financiar la compra de equipo con un préstamo personal
Los créditos personales son instrumentos especialmente creados para hacer frente a gastos extraordinarios que se escapan a tu capacidad de compra. Adquirir todo el equipamiento que necesitas para practicar tu deporte favorito podría llevarte varios cientos de euros, y con un préstamo personal puedes distribuir el peso de este gasto en un plazo de un año o más, pagando una cuota mensual manejable.
El principal punto a favor de esta opción es la velocidad del trámite. Pidiendo un crédito online recibes el dinero a los pocos minutos de completar un breve formulario con tus datos, por lo que puedes comprar todo lo que deseas inmediatamente después de recibir el depósito.
No obstante, los préstamos personales tienen una gran desventaja: su tasa de interés. El sobrecosto que pagas para conseguir el dinero para tus compras podría poner tu economía personal en apuros si no te endeudas a consciencia. Por eso, también es importante que escojas la entidad que brinde el financiamiento más conveniente del mercado, para evitar así dolores de cabeza futuros.
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