Los reos de los pabellones siete, ocho y nueve realizaron un motín en el excentro penitenciario Ancón I. Afortunadamente, el personal de seguridad del establecimiento logró controlar la situación y a la multitud enfurecida.
El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) reveló que la gresca empezó cerca del mediodía y duró poco más de tres horas. Las autoridades tuvieron que dispersar a la multitud con bombas lacrimógenas y disparos con escopetas de perdigones.
Los internos ocasionaron esta revelación por el temor ante un posible contagio de coronavirus y terminaron quemando colchones en el interior del complejo. Algunos señalan que no hay medicinas, elementos de protección como mascarillas y atención médica.
Pese a que no hubo heridos de gravedad, uno de ellos fue Fernando Vargas Puppy, alcalde del penal, quien recibió un disparo accidental por uno de sus compañeros. Luego, él y los demás afectados fueron atendidos por personal médico.
Varios de los reos grabaron el motín con sus teléfonos. “Los policías nos están disparando a los internos, están amenazando nuestras vidas. Nos tienen encerrados en la celda. Llamen a la prensa, no hay médicos, doctores, ni tópicos”, exclamó uno de ellos.
Para prevenir los contagios del COVID-19, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Fernando Castañeda, reveló que suspenderán las visitas de los familiares. Además, se mejorará la alimentación de los reclusos y de los trabajadores del establecimiento.
