Tendido en el suelo y en un charco de sangre terminó un hombre que se dedicaba de realizar el servicio de taxi. Sujetos desconocidos lo balearon en la noche del miércoles, en San Martín de Porres, delante de su hijito de ocho años, quien tuvo que presenciar la feroz escena.
DEFENDIÓ A SU PEQUEÑO APARTÁNDOLO DEL LUGAR PARA EVITAR QUE LE CAIGAN LAS BALAS, PERO NO PUDO SALVARSE
Eran las 8:30 de la noche cuando Henry Manuel Carrasco Arias llegó hasta el cruce del jirón Maracaibo y la calle Pérez Ramírez. Estaba por comprar en una bodega antes de que llegue el toque de queda. Sin embargo, unos hombres en motos lineales lo interceptaron a los pocos segundos.
Al percatarse que los varones armados se acercaban, la víctima mortal logra apartar a su pequeño sospechando de que se trataba de un robo. Estos desatan una balacera contra su objetivo y el padre de familia recibe al menos cinco impactos en el cuerpo hasta desplomarse.
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Una vez culminado el trabajo, los asesinos fugaron de la escena del crimen a toda velocidad. En esos momentos, un vecino del lugar auxilió al niño para ponerlo a buen recaudo. Otros testigos llamaron a la Policía, pero no pudieron hacer nada más para salvarle la vida, pues pereció en el acto.
Peritos de criminalística llegaron hasta la zona pata recolectar los casquillos de los proyectiles y otras pruebas del caso. Los familiares de Henry quedaron concertados por lo sucedido, pues desconocían si tenía problemas. Los agentes de la comisaría de Barboncitos quedaron a cargo de las diligencias.
