EXTORSIONADOR EN MOTOCICLETA ARROJÓ EXPLOSIVO QUE NO ESTALLÒ. ASISTENTES HUYERON Y POLICÌA DESTRUYÒ ARMA DE GUERRA
Cuando bailaban y entonaban canciones en un concierto de conjuntos chicheros, cientos de fiesteros vivieron momentos de terror y pánico luego que la policía los obligó a abandonar una discoteca donde un delincuente motorizado arrojó una granada de guerra que no exploto, en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho.
Fue en el local ubicado en la cuadra 24 de la avenida Canto Grande cuando en horas de la madrugada pasò un sujeto en una motocicleta y lanzò el artefacto explosivo que fue a caer debajo de un peldaño de una escalera caracol de una tienda colindante a la discoteca.
Los hombres apostados en la puerta del local encargados de la seguridad observaron la granada tipo piña en el piso e inmediatamente llamaron a la policìa, que acudiò de inmediato y ordenò a los organizadores del evento que todos los asistentes al concierto debìan de abandonar el local por su seguridad.
En pocos minutos por la angosta puerta de acceso a la discoteca decenas de jóvenes, entre hombres y mujeres, fueron abandonando la sala de baile a toda prisa, mientras iban llegando los expertos en explosivos de la UDEX para desactivar el detonante.
Los agentes cercaron toda la zona y luego colocaron la granada en un depósito especial donde lo hicieron estallar.
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Pero, luego se informo que la policía realizó un rápido operativo por varios sectores de San Juan de Lurigancho y basándose en las cámaras de vídeo vigilancia de la municipalidad rastrearon a un sospechoso que fue intervenido a varias cuadras de la discoteca.
