Cansados de que cada vez más ciudadanos salgan de sus casas y no precisamente para realizar compras de alimentos, los vecinos del asentamiento humano Villa Lourdes, en Villa María del Triunfo, se convirtieron en ronderos y con chicote en mano obligan a que todos permanezcan en sus casas.
Los encargados de hacer cumplir la cuarentena cuentan con chalecos representativos, mascarillas y guantes de protección. Algunos de ellos tienen látigos para utilizarlos en los infractores rebeldes o en todo aquel que quiera cometer un delito.
“Usen sus mascarillas, respeten la distancia social, no salgan en pleno toque de queda. Estamos cuidándolos a ustedes y a nuestras familias”, expresó uno de los vecinos. Además, piden apoyo para su zona, pues no les ha tocado los bonos y se les acaba los recursos económicos.