La inseguridad en tiempos de coronavirus sigue reinando en la capital. Ni el peligro ante un posible contagio de COVID-19 evita que los delincuentes hagan de las suyas, como asesinar personas.
LOS ASESINOS ESPERARON A SU VÍCTIMA PACIENTEMENTE PARA DISPARARLE A QUEMARROPA
Tenían todo planeado. Dos sicarios peligrosamente armados acribillaron a Miguel Cardozo Zúñiga (19) en su vivienda de la cuadra 13 del jirón Áncash, en el distrito de Barrios Altos. Fueron siete balazos los que impactaron su cuerpo, pero uno le cayó en la cabeza para acabar con su vida.
Según los testigos de la zona, dos motociclistas se apersonaron a la casa de su víctima y esperaron hasta que salga para pulverizarlo. Y así ocurrió, el joven abrió el portón de la Virgen de la Puerta para hacer algunas compras y se topó con los sujetos que le arrebatarían su existencia.
Pese a que Miguel intentó protegerse de los disparos, no pudo hacer nada para esquivarlas y acabó desangrado en el pavimento. Una vez cometido su objetivo, los delincuentes escaparon de la escena del crimen en las dos motocicletas con las que llegaron.
Al percatarse del hecho, los familiares del adolescente trasladaron su cuerpo al Hospital Dos de Mayo, pero los doctores no pudieron hacer nada por él y solo confirmaron su deceso.
Personal de la Policía Nacional del Perú (PNP) acudió a la vivienda para cercar el hogar y realizar las investigaciones pertinentes. En el suelo encontraron las manchas de sangre y los casquillos de balas.
Finalmente, los agentes del orden pidieron a los vecinos a que guarden la calma y permanezcan en sus hogares ante la orden de aislamiento social obligatorio.
